domingo, mayo 14, 2006

Hombres casados (1)




Primera Parte
Mensaje para hombres casados que quieren ir al intercambio de parejas pero que se encuentran con una dificultad: la esposa no quiere, si les hablan del tema tienen problemas y, además, no se animan a tocar el punto por miedo a la disolución matrimonial.
Es muy frecuente en los tiempos que corren el hecho de que es él quien quiere y es ella la que no quiere. Plantear el tema ya es ir a una disolución.
Puede suceder que en realidad la situación encubra la verdad de los hechos y que sea él quien no quiera swinguear con ella y por machismo –acostarse con mujeres de otros sin comprometer la propia- argumente con la excusa de que es ella en realidad quien no quiere.
Sea por lo que sea hay un hecho hoy que es palpable a cualquier nivel que se lo mire: hay matrimonios que se han divorciado por el simple hecho de que un buen día él le plantea a ella ir al intercambio de parejas.
Si analizamos lo que ocurre vemos una serie de cosas que es bueno tener en cuenta, porque obviamente, no se trata de zambullirse en una piscina sin agua, así como así. Uno se larga a la piscina si hay agua, de lo contrario es un suicidio plantear el intercambio de parejas cuando la otra parte esta muy distante de acoger con beneplácito dicha propuesta.
Pelear solo contra 6000 años de historia es mucho; esta es una situación en dónde si uno no quiere, dos no pueden y, además, es riesgosa jurídicamente.
Voy a brindar una serie de estrategias que pueden servir o no, depende de la situación de cada cual.
1º) Perderle el miedo a la propia esposa. Hay hombres que le tienen pánico a su mujer, dan la sensación de que ella los domina y hace lo que quiere con ellos.
La esposa los cela desesperadamente.
Todos sabemos que en el tema de los celos, es lo que dice el refrán: "el que la tiene hecha, tiene la sospecha". Por algo lo cela de esa forma, al punto de la marcación personal; muy buena conciencia no debe tener.
No pierdas nunca de vista una cosa: es deber de todo hombre satisfacer a todas las mujeres, en cambio es deber de ella cuidar que tu no le seas infiel. Para tal cosa es ella la que debe satisfacerte cuántas veces tú lo quieras y tu, un servidor, dar de ti el máximo de tu energía sexual.
Si esta condición no se cumple, si es frígida, anorgásmica o está en el climaterio menopaúsico, tienes el deber de serle infiel por varias razones: como manera que se enderece sintiendo –fundamentalmente sintiendo que no hay relaciones por la eternidad- y comprendiendo que debe dar de sí mucho más para no perderte. Eso es una mujer que vale la pene.
Tal cosa, generalmente, no se da. El 60% -según estudios sexológicos- de las mujeres en el Uruguay son frígidas. Son las que cacarean con el problema de la infidelidad y no se dan cuenta que en vez de ser parte de la solución lo que les acontece es parte del problema que tienen. ¿Qué hombre no le va a ser infiel a la larga a una mujer frígida o anorgásmica, para quien "sexo no es todo en la vida? ¿Quién aguanta una cosa así, que hoy no quiere por tal cosa, mañana por la otra, pasado por quién sabe qué?
En estos casos es imperativo ser infiel; les hace bien, les hace sentir que tu eres el macho Alpha, el macho dominante. En todo gallinero hay un orden de picoteo: ¿a ti te gusta que cada vez que se alborota el gallinero femenino las gallinas te piquen y te desprecien, después de haberles hecho todos los gustos y favores que te solicitaron?
Hay hombres que, lamentablemente, no se dan cuenta que cuando son infieles es cuando, precisamente, ella los quiere más y se somete hasta límites increíbles.
En estos casos debes manejar el problema invirtiendo la carga de la prueba: no sos tu quien tiene que demostrar que eres fiel, es ella la que debe dar más y esmerarse por retenerte.
Te voy a dar un ejemplo para que te des cuenta de esto como es realmente: muchos van a decir que no y después de pensarlo bien se van a dar cuenta que es así como digo.
Pongamos por caso lo siguiente: hagamos de cuenta que no existiera tanto stress, tantos problemas sociales, tanto malestar acumulado en la gente, ni tantas tensiones para compartir y pongamos el siguiente ejemplo: tu haces el amor con tu esposa, dos veces por día. Así como lo estas leyendo. Lo haces de mañana antes de irte al trabajo y de noche cuando llegas. Eres el hombre más feliz del mundo y también un hombre responsable, porque tienes que estar preparado para rendir de esa forma. En ese caso: ¿sentirías –se honesto al contestarte la pregunta- la inquietud de serle infiel? ¿Verdad que no? Qué con una cosa así, ni se te pasa por la cabeza la infidelidad, es más, comprarías infladores de pene en los Sex Shop, tendrías viagra por las dudas, obtendrías cremas para el pene como la crema DURA MÁS que te la pones, acabas y seguís potente por mucho más tiempo, comerías afrodisíacos, nueces, yerba Taraui con cascara de naranja, fumarías menos y en el caso de fumar –todos lo sabemos, está demás decirlo-, probarías afrodisíacos, como en Paraguay, que en ese punto la tienen clara.
Tu, pongamos por caso, tienes una mujer así: un espectáculo en la cama, maternal luego, algo maravilloso y en determinado momento te enteras, que además de hacer el amor dos veces por día contigo, ella te es infiel. Sé honesto ¿la dejarías y te irías a vivir con una frígida menopaúsica y lenguaraz, todo el día protestando como una cucaracha loca en el zócalo de la vida? ¿Verdad que no? Te costaría dar el paso, pero si lo piensas bien, lo das, ¿por qué no? y en determinado momento le dirías: "llamálo a tu amigo y pasamos los tres juntos este fin de semana". ¿Verdad que no sería tan difícil dar ese paso?
Ahora bien, todos sabemos que este es un caso raro, por lo tanto pongamos un ejemplo más usual: tu tienes una mujer y haces el amor una vez por semana, si es que no esta menstruando, sino como el fin de semana es la fija, se te va para 15 días y todo si tus hijos se portaron bien, porque si anda revirada, fuiste.
Discute todo el día, rezonga permanentemente, siempre está enojada desde que se levanta, no te deja ni leer el diario tranquilo, ni escuchar el informativo, habla como un papagayo sin parar y pretende que la escuchen como si el sonido insustancial tuviera la misma jerarquía que el fonema, el grafema y el morfema. Todavía te recrimina sin parar: "Vos no me escuchas".
Esa mujer que obra así contigo, un buen día, tu te enteras que te es infiel con otro hombre, entonces sacas una conclusión: ¿cómo es la cosa, a mí me hace la vida imposible, me niega incluso la satisfacción sexual y por atrás se acuesta con otro? ¿Verdad que duele? ¿Verdad que ofende? ¿Verdad que en ese caso agrede la infidelidad?
Como puedes apreciar el problema de infidelidad en realidad es relativo a la situación en que te encuentras y a cómo la vives. Cómo cualquier otra vivencia, no tiene significación axiológica, no es taxativa de nada, y carece de valor intrínseco. Querer darle valor intrínseco a lo que no lo tiene es el gran error, por no decir horror, que viene de Moisés, Augusto y que se proyecta hacia la legislación vigente en el Uruguay. Es un problema que está ligado a como tú lo sentís y más nada: tu manera de sentir no es universal, es tuya y de más nadie. Las prostitutas por ejemplo, se sienten infieles cuando disfrutan con el cliente y, por tal motivo, para serles fiel a su hombre, lo hacen a desgano y no a gusto.
En realidad son las mujeres infieles las que más intransigencia demuestran en el tema infidelidad, es un detalle que te conviene tener en cuenta, porque lo que estamos buscando con el intercambio de parejas es, precisamente, abolir la infidelidad, de modo que lo primero que debes perder tu, como hombre casado, son los celos. Eso es lo básico, debes alegrarte cuando ves gente infiel y decir para ti: "pobres, no han podido clarificar las cosas, pero están en el buen camino".
2) Querer convencer con argumentos sólidos a una mujer rehacía y llevarla de allí al intercambio de parejas es una absurdidad. Conozco casos de hombres que un día inopinadamente dejaron de sentir celos y fueron y se lo plantearon abiertamente. Ella lo rechazó, "vos que te crees que soy yo, como voy a ir a eso" y al final se terminaron divorciando. No es bueno que eso suceda. Son casos de matrimonios que tienen 20 años de casados y 25 de conocidos. Si se lo piensa fríamente es un disparate hacer un buen día a esa altura de las cosas un planteo de esa índole, máxime cuando hace 20 años atrás él decía: "si mi novia no fuera virgen yo no me hubiera casado". Es una vida, son 25 años construidos en la moral tradicional, no se puede de golpe y porrazo, sin haber vivido un proceso previo decir: "vamos al intercambio", porque no es así como se dan las cosas.
La forma de proceder no es con argumentos: una manera es jugando, divirtiéndose y generando el clima que habilite que eso pueda suceder, como posibilidad, como algo que es factible que se dé. Jugar con parejas de amigos, con terceros, tomarse a la risa las cosas.
Fundamentalmente, -y creo que esto es lo esencial- hay que jugar al hecho consumado, de modo que la mujer vaya entrando de una manera inqueridamente querida y que sea el morbo de ella la que dinamice la situación. Es lo que el hombre casado común no sabe manejar, no sabe como hacer para ir a eso, qué eslabones agotar y cuando logra plantear las cosas abiertamente y, felizmente, ambos están de acuerdo resulta que es él, quien tiene enormes dudas al respecto.
Jugar al hecho consumado quiere decir lo siguiente: ser infiel y punto, asumir ese riesgo y si sospecha que sospeche y se derrita por dentro. Esto no le es fácil para un hombre débil de carácter. Es para hombres que no se dejan dominar y son dominantes. Hacer experiencias con mujeres amantes también infieles es la mejor iniciación si no se encuentra colaboración de la propia pareja, ni gente experimentada que te ayude a iniciarte. Vas al intercambio con tu amante y de esa manera educas la sensibilidad a una forma nueva de sentir. Ella, tu esposa, lo va a percibir y si le duele, que le duela. No se lo digas, manténlo oculto y vas a ver como el morbo le empieza a trabajar.
Leer mucho sobre estas cosas, mirar programas de sexo en la televisión por cable, que empiece a sentir que a ti el sexo te importa y te importa mucho y si pregunta cosas le respondes cuidadosamente, demostrando conocimiento en lo que decís.
Tomar distancia del tema intercambio de parejas, swinger, trío y si das una opinión ponerse en la posición del que no estando de acuerdo con algo, lo comprende. Decir cosas así: "Yo no digo que este bien ni mal el intercambio de parejas, no lo tengo planteado, pero, evidentemente, que abolieron la infidelidad es real, es así." Opiniones que demuestran que no estas muy de acuerdo con eso, pero..."fijáte que interesante lo que paso, fueron a un intercambio de parejas y a uno de ellos los nervios lo traicionaron y no se le paraba, lo que está indicando que hay que estar muy preparado, no es así, como a primera vista parece ser, tiene su complejidad." Es decir, tomar esa distancia del tema es la mejor manera de defender la causa, que ponerse en la tonta y ridícula posición de aquel que hizo de eso una divisa dogmática. Es lo que te permite conversar fluido planteando tus limitaciones como parte de la situación general. Observaciones de este tipo, por ejemplo: "Vos sabes que hay casos de gente que van al intercambio de parejas y al otro día se divorcian y eso sucede porque a uno de los dos les empieza a venir un ataque inesperado de celos. Es brava ver a tu hombre con la mujer del otro. Evidentemente, no digo que este mal, porque los dos están de acuerdo, pero evidentemente es brava, puede ser tu primer experiencia y también la última". La posición de aquel que le pica la curiosidad del tema, por el tema en sí, no porque es un acólito, un prosélito o un predicador convencido, sino porque es algo que te llama la atención, aunque por dentro estes totalmente de acuerdo, debes tomar la distancia del tema para manejarlo con más sabiduría. Ponerse en la línea del que lo comprende, pero es escéptico de cierta gente, de cierto mal manejo, porque esa es también una forma de decirle: "si vamos a eso, no vamos a ir de cualquier forma, yo te estoy cuidando y protegiendo y quiero lo mejor para los dos." Qué sienta que no te descolgaste con algo que le genera abandono e inseguridad y que estas dispuesto, por esa causa a dejar de ser su hombre, sino que estas ampliando los horizontes sin resentir la relación entre ambos. Decir cosas así: "¡Qué increíble, que paradójico es todo, hay swinger que para mantener la fidelidad le imponen a la otra pareja una norma, le dicen después del intercambio de pareja: 'lo correcto es que ningún miembro llame por teléfono al miembro de la pareja opuesta, porque no se debe tratar de romper la pareja del otro' y entonces ponen una norma, para concretar el próximo encuentro el hombre habla con el hombre y la mujer con la mujer. Lo cual es correcto, es una forma de que no existan escapadas por detrás después de un intercambio, sin embargo, fijáte que paradoja, muchas veces la mujer de la otra pareja es bisexual, y te impone esa norma porque tiene un interés vital de que las mujeres hablen y concreten las cosas entre sí, o porque el hombre es bisexual y prefiere concretar con el hombre de la otra pareja. Fijáte que increíble, una cosa que está bien, desde cierto punto de vista, sin embargo cambia de naturaleza cuando conoces las intensiones reales y pueden darse cosas distintas a las que uno estaba acostumbrado, en vez de decir: mi mujer hace escapadas por detrás con otro hombre, nos encontramos con que el hombre hace escapadas por detrás con otro hombre y las mujeres con las mujeres y todo por un mal manejo swinger, porque uno de ellos dijo: 'a no, no, yo soy heterosexual, eso me da asco'. Quiere decir que pasar a eso exige mucha claridad y madurez en lo que se plantea y hace".
Es importante esto: no defiendas el swinger como un dogmático convencido, como si fuera una cuestión filosófica, doctrinaria: te conviene conversar del swinger como un botánico habla de las plantas, un ingeniero de la diferencia entre Windows y Linus, un abogado de una disposición determinada, un sociólogo de una tendencia social específica. Es más efectivo, porque la deja pensando en el tema, hasta que al final prende y además te da margen de maniobra frente a su manera de sentir. Si dice: "qué barbaridad, qué inmundicia, dos mujeres besándose. No lo aguanto, no lo aguanto, no lo aguanto..." No se lo discutas y si te pregunta decís: "yo qué sé, si hay consenso entre dos personas adultas, sobre gustos no hay nada escrito. Yo no soy mujer. No sé como es eso." y eso decílo aunque te derritas por dentro por ver a dos mujeres hacer el amor. Debes avanzar por dónde ella te lo permite. Si te cuenta sus fantasías tienes el 90% del camino ganado, es cuestión de profundizarlas y llevarlas hasta sus últimas consecuencias, pero si no te cuentan las fantasías, si es una mujer esquemática y sin imaginación debes avanzar con sumo cuidado.
3) Te doy una estrategia que puede funcionarte. Es así mirá: Un día decile: quisiera cambiar un poco, hacemos el amor siempre en el mismo lugar, hemos entrado en un proceso de mucha rutina que mata el amor de tan mecanizado que lo hacemos. Te propongo lo siguiente: porqué no vamos a un Hotel y estamos no las 24 horas, pero sí de un sábado a las 6 de la tarde a un domingo al medio día. Comemos, y dormimos toda la noche en un Hotel. Sale 300 pesos y es solo cuestión de reservar el pasaje antes de las 10 de la noche. Es una forma de volver a vivir, como en los viejos tiempos." Cómo tu esto lo haces, supongo que eres un hombre inteligente, en el marco de una profunda infidelidad para con ella y por eso conoces el terreno afiatadamente, ella va a sentir algo, no tengas dudas y eso que siente es poderoso en las mujeres. Decíle también: "hay muchas cosas que quiero conversar, que acá en casa, en dónde las paredes oyen todo y están los hijos y los vecinos de por medio no se pueden. Me gustaría conversar más cómodo en un hotel, hay más intimidad"
Fijáte esto: si no te animas a esto, sos, hablando bien y pronto, un infeliz, un cagon, un hombre que le tiene miedo a las mujeres, un mandril, te lo digo con todo respeto aunque por ahí te duela. Porque más sensato que esto, imposible. No le estas planteando nada raro, no estas trabajando por destruir la pareja, al contrario, por revitalizar viejos sentimientos olvidados y, además, decís algo importante "allí quiero plantearte una cosa." Si no te animas a esto, renuncia a todo lo demás.
Con esto pueden suceder varias cosas nuevas en tu relación de pareja: ella se da cuenta que no tenes ningún interés en romper la pareja, al contrario. Eso es lo fundamental de todo. En segundo lugar le va a venir la curiosidad: ¿Cómo sabes vos que un hotel sale 300 pesos y que hay que reservar antes de las 10 de la noche? En tercer lugar le va a venir una curiosidad muy grande: ¿Qué queres plantearme que acá no se pueda? Ante cada pregunta, debes tener la respuesta condigna. "Sé que un hotel sale 300 pesos, por la misma razón que sé la cotización del dólar, porque es algo que está en la vitrina y se sabe", "Sé que se reserva antes de las 10 de la noche, porque es una disposición universal, como saber que una calle es flechada para un lado y vas a contramano si agarras para el otro. No tiene misterio eso. Tu sos quien está pensando mal, yo no...." Devolvele la pelota, es ella la que tiene la mente podrida y no tu. "Yo en particular no quiero plantearte nada, quiero compartir un grato encuentro con cosas nuestras, de los dos, que acá es imposible entre el bullicio, los hijos, y las paredes con oídos, ¿viste que sos vos la mal pensada?"
Queda flotando en el aire una sensación que ella empieza a sentir y le gusta, aunque te parezca mentira. No pierdas de vista eso. Las mujeres viven para el romance, fueron educadas para vivir un gran romance, de chicas leyeron muchísimas novelas, fotonovelas, vieron muchísimos teleteatros, toda la vida de ellas es eso: un romance y tu lo que estas planteando, es justamente eso, un romance adulto entre adultos, pero sin violentar sentimientos y sin decirlo que es lo importante, sino jugando al hecho consumado.
"Es nada más que pasar los dos juntos en un Hotel nuevamente, como en los viejos tiempos".
Lo que tienes que hacer allí en el Hotel es otro tema, para otro artículo: lo que hay que decir ahí, los dos solos, viviendo un romance. Porque es allí cuando la mujer está totalmente atenta, ese es el momento en que al sentir cosas nuevas se abre a los planteos y sugerencias.

sábado, mayo 13, 2006

Hombres casados (2)

Segunda parte
En el Hotel –aquí está el secreto de la cosa- conviene como dice el viejo refrán español: "No quemar las naves". No es bueno entrar allí de lleno a plantear el swinger y no lo es por varias razones que paso a enumerar: 1) La mujer no es como nosotros. Uno cuando entiende racionalmente algo lo expresa, lo formula y lo defiende. Incluso es capaz de discutir y sostener la opinión en términos de carácter conceptual. En la mujer es al revés. No tiene importancia lo que diga, lo que importa es comprender que cosa está sintiendo en ese momento. Ese es el error de los hombres, tomarse en serio un rechazo o una opinión. 2) Al dejar de incógnito el objetivo básico, queda suspendido en el ambiente, subyacente, un cúmulo de impresiones sensoriales sugeridas que es fundamental para trabajar la imaginación femenina. El hombre lo que le dicen lo tiene en cuenta y actúa, la mujer en cambio está acostumbrada desde niña a interpretar gestos, miradas, sonrisas, cosas subyacentes; es muy dependiente de la mirada del padre, de la madre, del hermano, de la hermana, de las amigas, de los amigos. Vive con las antenas paradas todo el tiempo observando y tratando de decodificar el mensaje subrepticio de la comunicación no verbal humana. Esto la vuelve dependiente y le impide autonomía de criterios, por un lado, pero por el otro lado la hace buena observadora y escrutadora de todo lo que está ocurriendo a su alrededor. Basta que tu mires a una mujer de reojo, para que ella, inmediatamente se de cuenta que la estas observando, en cambio a ti, más de una mujer te ha mirado fijamente y ni cuenta te has dado, puesto que estabas todo ese tiempo con la cabeza en un tema serio. 3) Cuando llegue el momento y te diga, ¿qué es lo que me querías decir acá que no se puede decir en casa? Conviene que cuentes una historia de infidelidad real, trágica, sado-masoquista, algo que es justamente lo que tu no quieres que ocurra: que un tercero se interfiera en tu vida y obstruya las áreas propias y privadas de la pareja, para que quede claro, que una cosa es solo sexo y otra tener rollos emocionales en las relaciones. 4) Conviene que la lleves del hotel a un cibercafé y le muestres las páginas de swinger, diciendo: "te las muestro nada más que para que veas aspectos de la época actual que a veces uno por estar siempre en otros temas no suele considerar ni percibir". Prepara lo que vas a mostrar. No cometas la torpeza de mostrar avisos en dónde estas tu pidiendo un trío. Lo que vas a mostrarle es algo que tienes que tener preparado.
Aquí conviene tener en cuenta una cosa que es importante al respecto. Una vez entro en una página Web swinger, la miro, la observo. Para mí esa página no decía nada importante que yo no supiera ya, es más me parecía simplista y trivial, con cosas que al verlas decía para mí: "¿y eso que importancia tiene?. Masajes. Distintas posiciones sexuales, lo único que importa acaso es la vivencia personal, lo que esa pareja cuenta de cómo se fueron ellos iniciando". Al entrar en el Libro de Mensajes, me encuentro que muchísimos hombres felicitaban a esa página Web porque gracias a ella habían podido convencer a la mujer y esto lo vi, también en páginas Web de otros países, que al mirarlas digo para mí: "son temas baladí, incluso fuera del núcleo del asunto" y al entrar en los mensajes que recibían había muchísimas felicitaciones de maridos contentos porque gracias a esa página habían podido convencer a su esposa. Esto lo note personalmente y lo pude registrar con mis ojos.
Conviene que elijas esas páginas Web, aquellas en dónde hay mensajes de maridos contentos felicitando, aunque esas páginas para ti, no valgan especialmente nada. Porque esas tienen algo que llama a la imaginación femenina: las posiciones sexuales, el masaje erótico, un artículo sobre la fidelidad, los 10 mandamientos swinger, por ejemplo. No importa cuánto tu estés de acuerdo con la construcción, performance y criterios de esa página, lo que importa es observar la reactividad de ella en una página que tuvo la virtud de convencer al menos a una mujer. Quiere decir que hay allí algo que está bien, está en la psicología femenina.
Luego comes algo, como se debe comer, bien despacio y mirándola a ella como si te la fueras a comer. Algo nuevo, que no has hecho antes.
Haces el amor y al volver al otro día a tu casa vas a notar como esa relación se purificó y mejoró notoriamente.
Si eres inteligente, es decir esencialmente infiel, tienes ganada la partida, porque no es nada improbable que ella te haga ver que en realidad sabía las cosas y no era ninguna tonta. Te lo hace ver porque le gusto mucho. Es bueno incluso decirle en el Hotel, antes de que eso ocurra: "entendes ahora lo que pasa con el tema de la infidelidad; todos sabemos que es mala, pero tiene un atractivo muy grande y en gran parte es esto, es estar con alguien fuera del mundanal ruido, el estress y las tensiones familiares. Eso, independientemente del sexo, es impagable, es terapia. Después te dicen que la infidelidad es mala: desde un punto de vista es así, pero evidentemente el atractivo de estar en un Hotel juntos está más allá de lo meramente sexual". Es probable que te abrace y no quiera que hables. Lo acepta porque siente cosas nuevas allí, en otro contexto tendrías una discusión de novela. Decirle por ejemplo: "el swinger es esto mismo, con todo lo bueno de la infidelidad, pero abolida, son escapadas como las de hoy, solo que dos parejas que intercambian. Es igual a lo que estamos haciendo nosotros, a todos los efectos.", puede no dar el resultado esperado, puesto que es una forma muy racional de querer dar a entender las cosas. No es lo mismo tratar de hablar y convencer racionalmente, que entender esto en un cuarto de Hotel, juntitos, piel con piel, cariñosamente. Hay que cuidar lo que se dice: No cometas el error de sincerarte, conviene que siga flotando la duda, que siga sin saberse bien que es lo que querrás: son observaciones simplemente, opiniones generales de las cosas, criterios, juicios, esas cosas que se dicen, no se sabe bien porqué, solo porque el estado de ánimo propio en ese momento era así. Si mañana te recrimina un juicio, decíle: "No des importancia a lo que dije, me dio cosa y me salió esa opinión".
Ella es probable que te diga: "Vos me llevaste al cibercafé, porque querés convencerme de eso", y tu contestas simplemente: "Es probable que así sea". Son técnicas de control femenino al hombre: si tu dices "Si, quiero convencerte", ella entonces te corta: "Conmigo te equivocaste, soñas despierto", si dices: "No, no quise convencerte, quise mostrarte simplemente", estas mintiendo y salta a la vista, si en cambio dices: "Probablemente haya algo de eso", cortas la manipulación femenina y dejas flotando un quizás, un tal vez, un puede ser, pero siempre acariciando y besando, mimando y dando afecto. Eso es fundamental, que el sentir de ella, neutralice su oposición interior.
Lo que viene de aquí en más corre por cuenta de ella: pero una cosa es cierta, así manejado, con prudencia y tacto, hay un antes y un después de ese día. Le va a trabajar la cabeza, vas a vivir situaciones nuevas con ella, en dónde ha de ejercer un control mayor para contigo. Si eres infiel, tienes ganada la batalla al swinger, porque las mujeres cuando ven que algo es muy lindo y no tiene todo lo feo que les parecía les trabaja una comezón interior muy grande y toman entonces la delantera y son ellas las que quieren más. De lo que se trata, precisamente, es de abolir la infidelidad ¿verdad? Por eso hay que ser antes infiel, ¿quién va a abolir lo que nunca sucedió? Si en cambio eres fiel te va a ser más difícil y complejo, va a celarte, va a tratar de controlarte, se va a excitar y va a comenzar a utilizar mecanismos de control y chantaje femenino más sofisticados.
Estos son consejos para hombres casados inteligentes.

viernes, mayo 12, 2006

Hombres casados(3)

Tercera parte
Una de las dificultades que suelen enfrentar los hombres casados que quieren convencer a su esposa y ella no está de acuerdo está ligada a la falta de convencimiento interno por parte de ellos mismos.
Si nos atenemos al testimonio verbal nos dirán que ellos quieren y ella no esta de acuerdo ni le gusta que le hablen del tema.
Si nos quedamos en la superficialidad tendremos entonces, que darles la razón, es así efectivamente, ella rechaza la sola idea de poder plantearse tal cosa.
A poco que se lo mire con mayor detenimiento vemos una serie de cosas que son significativas:
Le tienen miedo a la esposa. Ella les pega cuatro gritos y ellos agachan callados la cabeza.
Le conceden que ella los cele y controle.
No están en condiciones ni siquiera de presentarles un amigo.
Observemos detenidamente la situación:
Si ella te pega cuatro gritos y te intimida, y si el tipo de relación que entablaste implica que eres tu permanentemente quien agacha la cabeza, ni te lo vayas a plantear el swinger, el intercambio y los tríos. Va a ser muy humillante ver como en brazos de otro es dócil, tierna y sumisa.
No te recomiendo, en esta situación, el swinger, ni nada que se le parezca. Lo mejor, si tu caso es así, es vivir la fantasía en la fantasía y más nada.
Si tu le has concedido que te cele y te controle es porque –no quiero meter cizaña pero hay una alta probabilidad de que las cosas sean así- no es nada improbable que te sea infiel y si es ese el caso, el swinger podría resolverte el problema, pero a condición de que la relación se sincere. No es nada improbable que ella con su amante este swingueando, pero no se atreve a planteártelo a ti. Con el amante no tiene problema de hacer intercambios y tríos, en cambio contigo se inhibe, no se atreve, le resulta muy fuerte.
Esto se resuelve pasando a la delantera y siendo también infiel, pero no como venganza, sino como manera de llevar las cosas al punto de sincerarlas de la mejor forma, haciendo luego todo eso mismo, pero con consentimiento de ambos y disfrute compartido.
Si tu te encuentras en la situación, que es casi mayoritaria en los hombres casados que quieren swinguear, de que no estas en condiciones psicológicas de presentarle un amigo y conversar los tres juntos hasta tarde, incluso, de decir, voy a comprar tal cosa, ahora vuelvo, y dejarlos que conversen ella y él, un largo tiempo, es porque realmente no tienes ningún interés real en conducir las cosas al swinger.
Es muy fácil decir: "mi esposa no participa, es ella la que no quiere" a tener la honestidad suficiente de reconocer que en realidad, no es que tu no quieras, sino que de pronto no estas suficientemente preparado interiormente como para ir a eso. Mucho más fácil suele ser querer swinguear con las mujeres de los otros, salir a mendigar tríos y atiborrar los correos electrónicos de las parejas. Los demás se dan cuenta de eso y te lo hacen ver, te humillan y se te ríen.
Si este aspecto lo analizamos con mayor detenimiento vemos que las dificultades del casado que se encuentra solo para poder swinguear hunden sus raíces en dificultades más profundas:
Al llegar a los 30 o 35 años hay una crisis en el hombre. El individuo siente que llegó a una cosa importante en su vida, pero que está en las puertas de un largo estancamiento. Si sigue así se queda, como se quedaron otros de generaciones anteriores. Frente a esa situación comienza a buscar alternativas que permitan y posibiliten el crecimiento y la maduración personal, pero no encuentra tan fácilmente aquellas cuestiones que sean como para él.
El swinger plantea formas de maduración y de enriquecimiento emocional en las relaciones que hacen a la inteligencia emocional y el conocimiento afectivo de los demás. Le estimula y le tienta la idea, pero no se atreve a replantearse la relación de pareja porque la tiene concebida de una forma y cambiar es un proceso de maduración que hay que saber conducir.
La relación del matrimonio, tal como lo concebimos en términos monógamos paga tributo a todos los problemas inherentes a la desjerarquización de las relaciones humanas en la convivencia cotidiana. Al casado que quiere swinguear una intuición interior le dice que allí ha de obtener estímulos nuevos para darle la sal y la pimienta a la vida que le esta faltando.
Se da cuenta de una cosa que es importante comprender, pero no sabe como hacer.
El individuo siente que tiene una vida por delante y que en gran parte esta perdiendo y desperdiciando las cosas buenas de la existencia por un conjunto de prejuicios y conceptos ligados a la relación de pareja y eso en el preciso instante en que puede sin mayores dificultades darse los gustos que siempre quiso.
Veamos esta situación:
El proceso que conduce a replantearse una relación de pareja raras veces es armonioso. Supone superar un conjunto de presiones, tabúes y limitaciones de cada uno. Esas parejas que armoniosamente un día dijeron "vamos al swinger" y se les dio todo bien, no digo que no existan, pero son las excepciones que confirman la regla. En la mayoría de los casos, las parejas están formadas por hombres y mujeres divorciadas que tuvieron que pagar un precio para poder llegar a eso. El tema que debe preocupar no es "si otros pudieron porqué no puedo yo también, pero ¿y cómo hago?", porque es perder de vista, el precio que tuvieron que pagar para llegar a eso. De lo que se trata es de llegar a lo mismo, sin pagar un duro peaje en divorcio y separación, pero siendo consciente que al llegar al río habrá, forzosamente, que cruzar el puente y existirá, por ende, un antes y un después.
Vivimos en situaciones matrimoniales que a la larga desjerarquizan las relaciones humanas y vuelven asfixiante la convivencia. No existe un camino para salir de aquí y entrar en el paraíso de la pareja ideal por la vía de los intercambios. Si se llevan mal, no resuelven nada, agravan las cosas. El tema es como de esta situación se puede generar otra que habilite la instancia de los encuentros sexuales interpersonales más amplios. No existe fórmula, pero sí habría un conjunto de cosas que son universales:
Darle una gran importancia a la sexualidad.
Instar a que te cuente ella sus fantasías.
Demostrarle que el erotismo es una cosa muy importante para ti.
Empezar a comportarte hoy, del mismo modo que lo harías con ella, si vinieras de un intercambio de pareja. Es en este punto en dónde las relaciones infieles ayudan muchísimo, cuando el horizonte y la perspectiva es fortalecer la pareja y no debilitarla, porque una buena técnica es actuar ahora, tal como lo harías si ella estuviese convencida.
Para que entiendas esto te doy el siguiente ejemplo: Imagina que tu conoces una mujer y la tratas con cara de recién te conocí, no es nada improbable que allí la conozcas y también termines de conocerla. Ahora, imagina que tu conoces a una chica y la tratas con cara de quiero tomar un refresco contigo, no es nada improbable que hasta allí lleguen las cosas entre tu y ella. Imagina que tu conoces a una mujer y la tratas con cara de quiero verte mañana, hasta mañana será y allí quedará todo. Piensa en esta otra situación: conoces a una chica y la tratas con la misma cara con que irías a la cama con ella; la miras exactamente igual que si te fueras a acostar. No es nada improbable que tengas mejor suerte, por la sencilla razón de que en el solo hecho de darte entrada, ella ya te está posibilitando todo lo demás.
Con el proceso que conduce a convencer a la propia esposa y conducirla al swinger sucede exactamente lo mismo. Cuánto más la trates como mujer, como hembra, más fácil ha de ser, mientras la sigas tratando como ama de casa, como esposa o como madre, más difícil te ha de ser.
Tienes que generar aquella situación que te permita tratarla como una hembra y que le permita sentirse mujer.
Se puede conversar de diversas formas: decirle "te veo muy metida en los temas de la casa, muy siempre en ama de casa, me gustaría salir a pasear y divertirme" y aprovechar la situación para a partir de allí comenzar a tratarla como una hembra y hacer que se sienta mujer. Te lo va a agradecer, porque en gran parte los problemas de ella para contigo, las irracionalidades y disputas gratuitas se deben a que está harta de sentirse madre, ama de casa y esposa y no tener ningún espacio de relación que le permita sentirse mujer.
El tema da para mucho más, pero por ahora importa retener este concepto que es básico; hay que generar las cosas para que conduzcan al swinger, porque no se llega a eso por una suerte de mecanicismo o de automatismo, se llega porque las cosas de la pareja se van deslizando hacia esa eventualidad.

jueves, mayo 11, 2006

Hombres casados (4)

En el análisis de tan delicada cuestión -cómo hacer para inducir a la propia esposa al swinger- se suele muchas veces perder de vista una serie de cuestiones básicas.

1º) Quien determina el curso final de los acontecimientos es la mujer. Si ella dice no, es no y no hay fórmula al respecto que pueda revertir esa situación.

2º) Lo que se suele hacer en materia de trucos facilita el proceso de aproximación, pero no garantiza nada, puesto que existen factores de carácter cultural, religioso y demás que son muy difíciles de revertir.

3º) Los trucos que voy a explicitar sirven y dan resultados, pero a condición de que antes de aplicarlos exista diálogo en la pareja, el que conduce a la abolición de la infidelidad o a la realización de una fantasía.

Trucos

1º) En el Panel de Mensajes Kamasutra, puedes ver una serie de aspectos que son fundamentales. Cambiar las posiciones en el acto sexual ayuda muchísimo a sentir "como que es otro y otra quien hace el amor con nosotros". Allí tienes una serie de ideas básicas al respecto. No se trata de aprender todas las posiciones de los Kamasutra, sino simplemente de variar con aquellas que permitan generar la sensación de que estamos haciendo el amor con otra persona y que le hagan sentir a ella que se encuentra con otro. Ayuda también a generar nuevos reflejos condicionados al servicio del comportamiento orgiástico entre varios. Nos destraba para vivir el sexo grupal en todas las posiciones que se puedan concebir.

2º) En este orden de cosas comprar un consolador ayuda muchísimo, tanto al sexo anal y a la doble penetración, como a varias cosas que son básicas:

A) Tener un consolador ya es tener dos penes.

B) Facilita el sexo anal en ella y genera una nueva forma de erotización. Nuevas formas eróticas de sentir conducen a nuevas maneras sexuales de relacionarse. Porque sentimos diferente algo comenzamos a actuar de un modo distinto. No alcanza con pensar de otra manera a lo que ha sido habitual, se necesita comenzar a sentir cosas nuevas.

C) Lo más importante del consolador para la mujer es lo siguiente: ayuda a que no le importe de quien es el pene, sino que lo que interesa es que la pareja, ella como tal, lo pasó muy bien. Esto es lo más importante de todo.

3º) La técnica más recomendada de todas es la siguiente: Decirle en el momento que se hace el amor, cuando el orgasmo femenino llega a su clímax, que la fantasía más importante que siempre hemos tenido es verla hacer el amor con otro hombre. Es la forma más efectiva de dirigirse al inconsciente femenino desde lo que se ha dado en llamar magnetismo animal.

4º) Variante de esto mismo es decirle que la fantasía que tenemos es invitar a un tercero pero solamente de observador, con la explícita prohibición de tener relaciones sexuales de modo que no tenga más remedio que terminar masturbándose mientras los mira a los dos hacer el amor. Esta fantasía es efectiva y da resultado plantearla en el momento del clímax del orgasmo femenino: Hay en la mujer un cierto placer sádico por frustrar los intentos de otros hombres y eso la erotiza muchísimo. Saber que hay alguien que sufre mientras ella disfruta con otro es algo que moviliza el morbo femenino.

5º) Hacer el amor con la puerta abierta, y en determinado momento moverse como si hubiera alguien que quisiera entrar.

6º) Hacer cosas que nunca se han realizado hasta entonces, por ejemplo, acariciar de atrás poniéndose a la espalda de ella y susurrárle al oído cosas; es algo que fomenta fantasías femeninas y junto a esto en determinado momento, jugando decir cosas así: "No es el otro, soy yo".

7º) Estimular la masturbación femenina. Sería objeto de otro artículo el explicitar esta cuestión, puesto que hay un hecho que es fundamental: la sensibilidad clitoridiana es la llave para abrir la puerta de los intercambios.

8º) Habida cuenta que no todas las mujeres conocen la masturbación femenina, lo más importante de todo es generar nosotros mismos la estimulación clitoridiana. En la red hay muchos artículos buenos al respecto, pero a los efectos del tema que nos ocupa lo más importante de todo es estimular, inducir y exacerbar la sensibilidad clitoridiana en la propia mujer. Si logras y alcanzas eso, tienes el 50% ganado, el otro 50% lo componen los trucos anteriormente mencionados

miércoles, mayo 10, 2006

Hombres casados(5)

Aquí voy a encarar el tema de una forma más amplia todavía: la situación de todo casado, sea hombre o mujer que se encuentra con que quiere y la otra parte opone resistencia a su deseo.

Es difícil encontrar por Internet mujeres pidiendo ayuda y consejo al respecto –además, la misma desubicación de los hombres impide que tal cosa sea factible-, pero eso no significa que no existan y no constituyan un número significativo: Ella quiere ir al swinger, pero no se anima a planteárselo a él o bien porque no está en condiciones de ir a eso delante de él, o bien porque él no lo aceptaría bajo ningún concepto.

Igualmente, es difícil encontrar textos y análisis que asesoren a las mujeres a la consecución de tal objetivo; hay manuales para lesbianas, para bisexuales y diversas inclinaciones, pero no existe nada para aquellas mujeres que quieren ir al swinger y se encuentran con dificultades para mover las cosas en su matrimonio en dicha dirección.

La única perla que he podido encontrar al respecto además de mis experiencias personales con mujeres que ellas querían ir al swinger pero no se atrevían a planteárselo al marido, es un texto de una tal Alí, la esposa de Nacho que circula por toda la red como un modelo de testimonio femenino y perseverancia para conducir al marido a dicha práctica.

Ofrezco pues este texto y el comentario y análisis del mismo porque además de insuperable es de vital importancia tanto para hombres como para mujeres.

Como pervertí a mi marido

Hola, soy Alí, y estoy felizmente casada desde hace nueve años con Nacho, de quien sigo enamorada como el primer día y con quien nos metimos en el ambiente swinger hace ya un año. Ustedes dirán que tiene de raro eso, pues que yo fui la instigadora de todas las fantasías sexuales, y de la búsqueda de parejas o mujeres para llevarlas a cabo.

Debo aclarar que no soy muy propensa a hablar de mi vida privada, y menos de la sexual, pero la segunda pareja con quien estuvimos (y la última, pero solo por ahora) hace rato que están en el ambiente y les pareció muy extraño que sea la mujer la de la idea, así que me pidieron que escribiera como fue todo, y aquí estoy.

Con mi marido desde que comenzamos a vivir juntos (y un poco antes también) siempre tuvimos muy buen sexo , mucha "piel", yo diría que química , pero como las mujeres con las que él había estado anteriormente no lo habían dejado hacer mas que las cosas "tradicionales" en la cama, comencé sorprendiéndolo al darle mi cola desde el primer día (fue una risa, me dijo todo temeroso "tengo una sorpresa para vos", y al no oponerme y hacerlo gustosa, la sorpresa se la llevó el). De ahí en más no se negó a nada que yo le pidiera, así como yo tampoco a las que él sugiriera.

Luego de un tiempo de haber hecho todo lo "normal", se me metió en la cabeza que esa cola preciosa que tiene (es una manzanita, durita y parada) tenía que ser "mía", y se lo dije.

Mucho al principio no le gustó la idea, pero como dije antes, accedió. Comencé lamiéndole toda la espalda (yo lo llamo masajes linguales) hasta llegar a las hermosas nalgas que tiene, y comencé a mordisquearlas, hasta que baje mi lengua hasta su agujero negro y lo mojé todo para lubricarlo bien (demás esta decir los saltos de placer que pegaba). Una vez hecho esto comencé metiéndole un dedo, y como no se quejo, le metí otro, y comencé a introducirlos y sacarlos con un vaivén rápido, que nos excito mucho a ambos.

Después de esto, y durante casi un año, cada tanto lo hacíamos y comenzamos (al ir acostumbrándose) a utilizar tres dedos, una zanahoria y pepinos de diversos tamaños. En medio de todo esto, y al ver películas pornos de doble penetración, le pedí un día que intentara introducirme un pepino por un agujero, mientras me penetraba con el pene por el otro. Eso nos gustó mucho a ambos, y yo comencé a tener fantasías de estar con él y otro hombre a la vez, hasta que me animé a decírselas y mientras hacíamos el amor nos excitábamos hablando sobre el tema e imaginando que estaba otro hombre con nosotros.

Ahí fue cuando se me ocurrió (a mí, y solo a mí) comprar un consolador y casi se lo pedí de "regalo" a mi marido. Por supuesto que aceptó enseguida y cuando fuimos a comprarlo y vimos los distintos "modelos" que había, me encantó uno que era doble y de silicona (hermoso, una belleza, con una parte gruesa de unos 15 cm y otra mas fina pero más larga, y un tope bastante grueso en el medio), ya que se me ocurrió una locura para hacer con mi marido.

Después de usarlo yo varias veces, le pedí a mi marido que me permitiera penetrarlo con la parte fina, y luego de unos jugueteos con la lengua donde ya se imaginan, entró como por un "tubo". Y ahí le propuse llevar a cabo mi "locura", que fue ponerlo en cuatro en el borde de la cama y yo parada, le introduje la parte fina en el ano, y la parte gruesa la introduje en mi vagina. Entonces empecé a cogérmelo como nunca, imaginando que el pene que le introducía era mío. (No se imaginan lo rápido que tuve el primer orgasmo ese día, haciendo eso). No le gustan los hombres (todavía…..) Pero lo hizo para darme el gusto. Por supuesto que yo me lo merecía, ¿no?.

Otra cosa que me sucedió fue que me excitaba con las mujeres que veía franeleándose en las películas porno, y le comenté a Nacho que me excitaban mucho y comenzamos a tener fantasías cuando hacíamos el amor, imaginándonos que estabamos con otra mujer y yo me acariciaba con ella, y nos masturbábamos mientras Nacho miraba y luego participaba.

Hasta aquí, todo muy lindo, pero sucedió que luego de dos años de tanta fantasía se me cruzó en la cabeza que las teníamos que llevar a cabo. Después de todo, me dije, era una manera de romper la rutina, no engañarnos y disfrutar de cosas diferente.

Ahí fue que le propuse llevar a cabo nuestras fantasías. Demás esta decir que si bien le pareció extraña la propuesta, aceptó gustoso, aunque le dimos vueltas al asunto por casi dos años (lo charlamos mucho hasta quedar completamente convencidos), ya que no sabíamos como buscar. Pero a través de Internet conocimos una pareja de la costa (fue en agosto del 98) con quien tuvimos nuestro primer intercambio, aunque no fue lo que esperábamos, y luego hace apenas una semana (junio del 99) con la segunda, con quienes llevamos a cabo todas nuestras fantasías y la pasamos excelente. Pero del relato de lo ocurrido, se encargará mi marido, quien les contará en una próxima entrega todas las locuras que hicimos.

Alí de Argentina

Este es un texto fundamental por varias razones: en primer lugar, por el hecho de que está escrito por una mujer –cosa bastante infrecuente en este tipo de relatos-, en segundo lugar, porque explica cómo hizo ella para convencer a su marido, cuando lo frecuente son textos que enseñan como hay que hacer para persuadir a las mujeres, y en tercer lugar, porque expresa la peculiar psicología femenina en un ámbito privado y reservado en dónde como bien dice Alí, no se es muy "propensa a hablar de la vida privada".

Es un hecho de que la ausencia de textos genuinamente femeninos –todos sabemos que la mayoría de los textos firmados por mujeres están escritos por hombres que emulan la idiosincrasia femenina- es un déficit grande a la hora de perfilar una estrategia de carácter global que ayude al proceso de la iniciación que conduce a una pareja tradicional a volverse en pareja swinger.

Aquí tenemos varias cosas que son importantes a considerar. El hecho sobresaliente de que como dice Alí: "yo fui la instigadora de todas las fantasías sexuales, y de la búsqueda de parejas o mujeres para llevarlas a cabo", y por el otro lado, el dato igualmente significativo y revelador de que a la pareja –la segunda-, "les pareció muy extraño que sea la mujer la de la idea".

Es uno de los dos en la pareja el que dinamiza el deseo del otro en el sentido lacaniano del término: "El deseo del otro me condiciona" y a su vez ese deseo entronca en algo que a uno de los dos les está haciendo falta. Hay una ausencia, una carencia que conduce a buscar en otros lo que no encontramos en nosotros mismos. En este caso particular es el sexo anal de Nacho lo que mueve la dinámica de un proceso creciente de nuevas y renovadas fantasías de carácter sexual.

Si observamos el texto desde el punto de vista de la antropología cultural vemos lo siguiente: ella tiene fantasías de poliandria –quiere "estar con él y otro hombre a la vez"-, y trabaja para convertir a un hombre esencialmente heterosexual en bisexual, "se me metió en la cabeza que esa cola preciosa que tiene (es una manzanita, durita y parada) tenía que ser 'mía', y se lo dije". El proceso a través del cual ella desde su poliandria lo quiere a él como bisexual le conduce a dualizar bien este asunto: una cosa es sexo anal y otra diferente –aunque esté implicada- resulta ser la bisexualidad masculina, y por tal motivo nos dice: "comencé sorprendiéndolo al darle mi cola".

Es esta fuerza pulsional la que mueve el proceso interno de la pareja en la cama, y lo maneja "hablando del tema e imaginando que estaba otro hombre con nosotros", es decir uniendo la poliandria de sus deseos a la pretensión de bisexualidad en un hombre esencialmente heterosexual. Al respecto es clara: "se me ocurrió (a mí, y solo a mí) comprar un consolador y casi se lo pedí de 'regalo' a mi marido".

Esta eventualidad –poliandria femenina y pretensión de ella de bisexualidad por parte de él-, no es tan infrecuente en las mujeres como a primera vista pudiera parecer. Se expresa menos, no hay artículos ni comentarios, no está dado como deseo explícito, pero es una fuerza de carácter pulsional que hay que considerar.

También es clara al respecto: "le propuse llevar a cabo mi 'locura', que fue ponerlo en cuatro en el borde de la cama y yo parada, le introduje la parte fina en el ano, y la parte gruesa la introduje en mi vagina. Entonces empecé a cogérmelo como nunca, imaginando que el pene que le introducía era mío." Luego nos dice: "No le gustan los hombres (todavía...) Pero lo hizo para darme el gusto." Como se puede apreciar el deseo estructurado en la poliandria femenina y su necesidad de quererlo a él como bisexual entronca en una forma de resolución de la envidia al pene: ser ella quien se lo coge a él.

Ocurre en esa pareja que en realidad las cosas son al revés de lo que ella pretende: él es esencialmente heterosexual y tiene deseos polígamos. Con las películas porno "comenzamos a tener fantasías cuando hacíamos el amor, imaginándonos que estabamos con otra mujer". Cosa mucho más apropiada para comenzar a dinamizar el deseo masculino hacia la concreción en el intercambio de parejas, de todas las fantasías. Todos sabemos que en materia de deseos pulsionales "se va por lana y se sale trasquilado"; se va como gran macho, macho Alpha a una cama para tres o para cuatro y muchas veces se sale pifiando. En este caso, el deseo comienza siendo el de ella de acostarse con dos hombres y provocar para tal fin la analidad bisexual del marido, para concluir fantaseando con dos mujeres como lo más apropiado tanto a la heterosexualidad de él, como a la poligamia del marido.

Si se lo mira el texto desde el punto de vista de los tiempos internos de la pareja a través de los cuales se va procesando lentamente la dinámica que los conduce finalmente a lo que Alí desea, vemos que habría varias etapas al respecto. La primera etapa parte de un hecho implícito que está dado previamente entre los dos: "siempre tuvimos muy buen sexo, mucha 'piel', yo diría que química". Frente a esa situación ella decide sorprenderlo con cosas nuevas, que en este caso atañen al sexo anal, en otros puede implicar cosas diferentes.

LA ETAPA DE LA SORPRESA se inicia jugando, planteando cosas nuevas, haciendo aquello que nunca se había realizado antes. Es lo desencadenante, el disparador, el estímulo llave o señal inter específica que posibilita que ella diga contenta: "De ahí en más no se negó a nada que yo le pidiera, así como yo tampoco a las que él sugiriera." Quiere decir que ella asumió la ETAPA DE LA SORPRESA como algo recíproco; no solo lo sorprendía a él, sino que además permitía que él la sorprendiera a ella con cosas nuevas.

LA ETAPA DE LA TRANSFORMACIÓN EN LO CONTRARIO de los placeres iniciales, se inicia bajo la forma del capricho femenino: es algo que: "se me metió en la cabeza", nos dice. En este caso va de ofrecerle su cola femenina a solicitarle al marido que le de la suya. Esto no significa que en todos los casos deba ser así, pero obsérvese que la sincronía de las etapas no anda tan descaminada para la concreción de cualquier deseo que una mujer quiera impulsar. La etapa no es vivida como algo que uno le impone al otro, aunque todos estamos viendo que quien lleva la delantera es Alí, sino como cosas que logran excitar "mucho a ambos".

Este juego de serpenteo, de jugueteo, de vaivén femenino, dura casi un año y ella lo disfruta.

En determinado momento se inicia una nueva etapa entre los dos: LA ETAPA DE LA FORMULACIÓN EXPLÍCITA DEL DESEO, "comencé a tener fantasías..." de determinado carácter, nos dice, hasta que –y esto es lo importante en el inicio de esta etapa-, "me animé a decírselas". Es una etapa que se caracteriza por volver explícito todo aquello que durante un año estuvo implícito. Así sabemos por el relato de Alí que: "mientras hacíamos el amor nos excitábamos hablando sobre el tema e imaginando..." cosas de determinada índole.

A esta etapa le sigue otra que podríamos definir de la siguiente manera: LA ETAPA DE VIVIR EN LA REALIDAD LA REGLA ÚNICA DE MI PROCESO INTERIOR EXCITATIVO. Se da sobre la base de ocurrencias femeninas que operan como cualquier otra cosa, pero por lo que nos dice Alí, no son aspectos menores para ella. Nos dice: "se me ocurrió una locura para hacer con mi marido". Cuando le propone llevar a cabo su 'locura', él lo hace para darle el gusto. La regla única del amor en el proceso interior excitativo de Alí, en este caso consiste, según sus palabras en imaginar "que el pene que le introducía era mío". El proceso de "merecer" también es significativo al respecto: no es ella quien merece un pene sino la posibilidad de realizar el deseo de "cogérmelo como nunca" y es así que nos dice: "Por supuesto que yo me lo merecía, ¿no?." Lo que se merecía a su criterio no era un pene en ella, sino un pene con ella, para dar y brindar también satisfacción.

A esta etapa le sigue otra, que podríamos definir de la siguiente manera: LA ETAPA EN DÓNDE EL DESEO DEL OTRO ME MUEVE A MÍ INDEFECTIBLEMENTE. Es aquí en dónde las fantasías de poliandria de ella se convierten en fantasías poligámicas masculinas y de bisexualidad femenina en ella.

Este proceso dura según nos dice "dos años" y allí se inicia la última etapa, LA ETAPA DE LA CONCRECIÓN EFECTIVA DEL DESEO , que consiste en no engañarse, disfrutar las cosas de un modo diferente, romper la rutina y conversar bien lo que se ha de hacer. Es una etapa caracterizada por el hecho de que se charla y conversa "mucho hasta quedar completamente convencidos"

Como se puede apreciar es un texto fundamental más allá de lo específico de un tipo particular de deseo femenino, y tiene un valor y alcance mucho más amplio en el arte de persuadir por parte de las mujeres a los hombres.

Recapitulando la sincronización de los tiempos tenemos:

1. LA ETAPA DE LA SORPRESA.

2. LA ETAPA DE LA TRANSFORMACIÓN EN LO CONTRARIO.

3. LA ETAPA DE LA FORMULACIÓN EXPLÍCITA DEL DESEO.

4. LA ETAPA DE VIVIR EN LA REALIDAD LA REGLA ÚNICA DE MI PROCESO INTERIOR EXCITATIVO.

5. LA ETAPA EN DÓNDE EL DESEO DEL OTRO ME MUEVE A MÍ INDEFECTIBLEMENTE

6. LA ETAPA DE LA CONCRECIÓN EFECTIVA DEL DESEO

martes, mayo 02, 2006

Para todos



Recientemente una pareja preguntaba al entrar al foro por dónde es que se puede comenzar, dónde concurrir para conocer parejas y encontrar el entorno favorable de poder intimar y conocerse sin compromisos, sin anteponer como única condición la cama ya en la mesa del primer encuentro.
Creo interpretar de ésta forma el pedido que ellos hacían: "queremos solo compartir con otra pareja, y no queremos obligaciones de si no nos gusta la pareja poder decir no hasta encontrar lo que los dos nos sintamos comodos."
Si se leen adecuadamente los mensajes colocados en este foro, fundamentalmente los que corresponden al panel Temas Swinger se puede tener una idea bastante aproximada de ciertos códigos de relacionamiento con las demás parejas y si también se entra en la página Vinculos allí damos las páginas Web uruguayas de búsqueda de parejas más importantes que existen: Urucontactos y Uruguay Swinger.
Cómo se puede apreciar en Urucontactos, "La Cueva de Reina Loba", es uno de los lugares de encuentro por ejemplo.
Creo que lo más importante de todo es poner el recado en los foros de un modo que quede claro qué es exactamente lo que están buscando, como forma de que no exista lugar a los clásicos malos entendidos.
Un buen aviso debe tener, el pseudónimo de cada uno, las edades y las preferencias, como así el carácter que se le pretende dar a la relación.
Un ejemplo puede ser el siguiente:
"Pareja busca pareja, él, tantos años, mide tanto, pesa tanto, complexión tal o cual, ella, tantos años, mide tanto, pesa tanto, complexión X.
Buscamos una pareja para conversar, conocernos, y luego si hay química pasamos a otra cosa.
No queremos compromisos, ni sentirnos exigidos, sino simplemente conocernos y charlar con la sola condición de sentirnos cómodos entre los cuatro.
Estamos en tal y cual situación -hijos, disponibilidad o no de lugar y demás- y por lo tanto damos y exigimos la máxima discrecionalidad", o algo parecido.
Con respecto a la manera de plantear la posibilidad de ir a la cama existen varias opciones. Existen distintas modalidades que se pueden explorar: desde el soft swinger o swinger blando hasta los grupales con toda la seguidilla de situaciones intermedias que van de menor -el simple conocerse, el toqueteo- a mayor: intercambio en habitaciones diferentes o cama para cuatro.
Si se leen bien los artículos de iniciación se puede apreciar que no necesariamente el encuentro tiene por qué derivar en una cama para cuatro, puede ser en habitaciones diferentes o simplemente jugar sin ir más allá entre todos, eso es algo que conviene plantearlo cuando se entabla la relación telefónica con la otra pareja, de modo que lo que devenga sea próximo a lo deseado.
Al principio hay ciertas dudas y vacilaciones que con el tiempo se van despejando, lo que importa es el nivel interno de diálogo en la pareja, que es lo que permite unificar lo que se quiere realizar. Lo mejor es que ambos encaren la primer cita como una tarea propia tratando de conversar exclusivamente de aquellas cosas que unen a los cuatro y son placenteras y amigables para todos. Tengan en cuenta que a la otra pareja, también puede estarle ocurriendo lo mismo, y que la capacidad de sortear inhibiciones y crear un entorno amigable e íntimo, afectuoso y cálido es tarea de cada uno.
Existe siempre la posibilidad de que la otra pareja no guste por la razón que fuere y no queda bien levantarse e irse por esa causa. Pueden ser excelentes personas en otros aspectos de la vida aunque no nos satisfagan sexualmente considerados. En ese caso lo que se recomienda es utilizar ciertos códigos en la pareja. Si él se suena la nariz, quiere decir que le gusto, si ella se limpia la boca con una servilleta significa que no le gusto y así sucesivamente. Una vez que está claro para ambos miembros de la pareja que la otra pareja no les agrada, sin demostrarlo buscan una excusa razonable, como es decir: "Dentro de una hora tenemos un cumpleaños y no quisieramos faltar. Fue un gusto conocerlos y cómo ya tenemos los telefonos y los mail nos vemos en otra oportunidad a convenir", de modo de cortar la relación de una forma elegante y no agresiva. En el supuesto caso de que pura y exclusivamente quisieran conversar y nada más para ver qué tipo de personas son, lo mejor es plantearlo directamente a nivel telefónico: "Queremos conversar sin compromisos" y en el caso de que no sean del agrado de ustedes argumentar otras obligaciones. No hay que olvidar que pueden ser excelentes personas como amigos simplemente.
Espero que las consideraciones dadas los ayuden y les deseamos mucha, pero mucha suerte a todos.
Saludos

Escalera

Después de mucho darle vueltas al asunto me he puesto a reflexionar y encontré algo así como una suerte de escalera swinger, de mayor a menor, en orden de complejidad creciente.

1) Light:

Dos parejas toqueteándose, mirándose, haciéndose gesticulaciones, jugando, besándose, metiendo mano en las zonas pudendas. Algo parecido a los primeros amores, cuando te quedabas con el poroto dolorido de fregotear en una plaza sin poder hacer más nada que eso, sólo que entre parejas en dónde cada cual luego va para su camita. Es todo por encimita, con muchos besitos y cariñitos, en dónde se divierten los cuatro, pero como dos amiguitos. Ta..., ta bien así..., bueno... ta... mañana.

2) Light Bi:

Dos parejas o un trío MHM que juegan de tal manera que se puedan percibir bien a las mujeres divertirse entre ellas. Las mujeres son el espectáculo, los hombres observan o acarician también. Todos toquetean pero lo que mueve el morbo general son ellas dos. Es lo que la mayoría de los avisos piden.

3) Menage a Trois Soft:

Es un trío MHM en dónde ellas juegan entre sí, y el hombre participa chupando inclusive, pero cuando penetra lo hace con una sola de ellas, o porque se le acaba allí la inspiración o porque su compañera no le gusta verlo a él haciendo el amor con otra, penetrando a la otra, aunque acariciarla sí.

4) Menage a Trois (MHM):

Es un trío MHM, con todas las de la ley y en todo su esplendor, jugueteos, sexo oral con ambas y también penetración. Exige o viagra, o crema Dura Más, o un nivel natural de muy buena testosterona: hay que acabar con una y seguir con la otra o bien controlar la eyaculación. Los tres se satisfacen recíprocamente. La marihuana, aquí, es tan buena, que no conviene recomendarla.

5) Menage a Trois (HMH):

Aquí estamos en presencia de un nivel avanzado que no es para cualquiera, aunque los hombres solos hagan presión social por exigirle a las parejas que se inician, este nivel. De lo que se trata aquí es que dos hombres colmen de satisfacción a una mujer, la hagan sentir una reina, la besen, la acaricien, hasta llegar a la penetración turnándose o bien bajo la forma de la doble penetración, que para no lastimarla es un hombre abajo, ella arriba cabalgando y otro la penetra por atrás, o bien ella al otro le chupa el poroto.
La mayoría no se anima de entrada a esto y prefiere iniciarse con mujeres bisexuales o parejas. Les da más tranquilidad el hombre que está jugado a una pareja y tiene algo a que exponerse en la relación, o la mujer, que suele ser menos agresiva y ubicada que el hombre.

6) Swingear :

Dos parejas hacen un cuarteto (HMHM), donde los caballeros pueden tener acción con ambas mujeres y por supuesto ellas pueden interactuar entre sí. Finalmente es objetivo de una pareja swinger tener un encuentro con otra pareja donde abunde el erotismo y el respeto.
En esta opción caben las posibilidades anteriores

7) Grupal:

serían tres parejas en un adecuado equilibrio numérico hombre y mujer.

8) Orgía:

sería más de dos parejas y el excedente numérico puede ser par o impar masculino o femenino. Estaríamos en presencia de tres parejas en dónde todas las combinaciones son posibles, y si hay más en hombres solos o mujeres solas, es irrelevante a los efectos del nivel de indiferenciación que la orgía plantea.
Sé que estas dos últimas definiciones pueden prestarse a polémica. Me gustaría conocer otras opiniones; para eso están los foros, para opinar y no solo para pedir.

9) Colectivo:

Sería lo que se ve en los "terreios" de macumba y en los grandes rituales a una diosa, en dónde una multitud baila y hace el amor siguiendo el compás de una liturgia profundamente sentida, cálida, entrañable y bienechora, generalmente, a la luz de la luna. El culto dionísiaco es el referente histórico más preciso, pero siempre existieron acogedoras formas de invocar a la fertilidad, justamente, produciéndola.

10) Masturbación a dos:

Forma típicamente uruguaya de vivir toda la riqueza de estas combinaciones solamente en la fantasía y el ratoneo permanente. No sea cosa... que los demás puedan morderte y lastimar tan delicada sensibilidad